… y se cerró el cortijo


Hoy, que parecía un día alegre. Hoy que parecía que la justicia mostraba su fuerza en esta tierra de dios. Hoy cierra nuestra Radio Televisió Valenciana. Podemos discutir sobre su calidad, su (im)parcialidad o su realidad como servicio público, pero no es el caso ahora. Hoy cierra el principal medio de comunicación de «la millor terreta del mòn» (ya quisiera yo saber quién y cuando sacó esta frasecita).

Independientemente de ideologías y demás, desaparece la única posibilidad de ver y oír las historias de esta tierra. Y se la han cargado entre todos esos políticos que han pasado por los diferentes gobiernos de esta Comunidad desde su creación.

RTVV nació en 1989, un 9 de octubre, con el fin principal de servir de medio de difusión de nuestra lengua y nuestra cultura. Algo que duró poco, muy poco. Pronto se convirtió en un panfleto político del gobierno de turno, un agujero sin fondo en el que colocar a los amigos, primos, amigos de los amigos y residuos políticos. De unos primeros trabajadores escogidos por una especie de concurso-oposición, se pasó a la decisión del dedo acusatorio de turno y, posteriormente, al mero reducto del colegueo y el braguetazo. De tal modo que, de unos primeros 600 trabajadores (antes de Zaplana), se ha llegado a más de 1700 empleados con vaya a saber usted qué méritos. 1700 trabajadores que suman más que los de T5, A3 y Cuatro juntos… para una televisión autonómica. Y alguno se extrañaba de que no fuera rentable. Fue tal el descontrol que, en ocasiones, y como juego irónico del despilfarro, yo he llegado a contar en un telediario la intervención de más de 30 locutores/enviados especiales. Lo que supone, junto a los cámaras de turno, de más de 60 personas para hacer un telediario. de absolutos locos.

El remate vino con un ERE que, sin pararse mucho a analizarlo, que era imposible que un juez lo admitiera sin estar renegando de su «supuesto» sentido de justicia. Imposible admitir que ciertos profesionales fueran expulsados del Ente Público y otros permanecieran sin méritos visibles (los invisibles los dejaremos para la rumorología, harto extensa en estas tierras).

Pero lo peor es el punto revanchista e hijoputa de la decisión del Consell Valencià. Exitía la posibilidad de recurrir la decisión del juez ante el Supremo, la posibilidad de, con tiempo, replantear el ERE de una forma correcta, buscar alternativas para intentar salvar nuestra RTVV. Pero no, como niño enfadado por el juguete no recibido, decide pegarle una patada al juguete  y destrozarlo para que ningún otro pueda jugar con él. Pero eso es algo a lo que estamos acostumbrados en la terreta: CAM, Bancaixa, Banco Valencia, Feria Valencia,… Tot per l’aire i a fer la mà.

Pero tenemos Fórmula 1, Copa América, Papa,… Y su puta madre.

Y (recemos para que no), las próximas elecciones volverán a ganar… porque lo valemos.

RTVV, D.E.P.

PD: Y lo próximo en caer… ¿será el Valencia CF?

PD2: Y lo que más  me cabrea es ese comunicado de los trabajadores diciendo cosas que no han tenido cojones de decir hasta que no se han visto con el agua al cuello. Vergüenza.

PD3: Impagable… http://verlanga.com/cine-tv/el-olvido-como-supervivencia/

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